Es un hecho que el regreso a la “nueva normalidad educativa” implica un grandísimo reto tanto para los docentes como para los alumnos, particularmente en cuatro ejes: los contenidos curriculares, los métodos de evaluación, las nuevas plataformas, y el rol de la tecnología en la educación. Por un lado, deberán generarse nuevos modelos de enseñanza que se enfoquen en gran parte a la educación socioemocional para crear niñas y niños más reflexivos y responsables; pero también resulta urgente el preparar y apoyar a los docentes en el uso y adaptación de las herramientas tecnológicas en la enseñanza.
Con relación a esto último, destaca también la importancia de brindar acceso a Internet casi como un derecho humano a todas y todos, pues son varios los estudiantes que a raíz de la pandemia tuvieron que dejar sus estudios por no contar con Internet o computadoras en su hogar (16.4 millones de hogares). Este conversatorio resaltó la urgente necesidad de avanzar hacia sistemas educativos resilientes y flexibles; es momento de aprovechar la experiencia para aprender y mejorar.
Son muchas las preguntas y la incertidumbre que ha surgido en medio de esta coyuntura sobre el futuro de la educación. Sin embargo, parecen existir solo dos alternativas una vez se termine la pandemia: volver “a lo de siempre” o tomar el camino que conduce a nuevas ideas. Es un hecho que la segunda vertiente es la que debemos tomar: no hay opción, debe existir un cambio impulsado por la generación de nuevas ideas y prácticas que surgen a raíz de la pandemia.
El pasado mes, Inoma llevó a cabo un conversatorio acerca de los retos educativos que enfrentarán tanto docentes como alumnos al regresar a la “nueva normalidad”. El evento en línea contó con la participación de la Doctora Hilda Patiño, directora del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana; la Licenciada Virginia Villegas, directora general del Colegio Francés del Pedregal y la Maestra Gabriela Anzo, Investigadora en Mexicanos Primero y tutora en Scholastica. Por su parte, Beatriz Ruiz, coordinadora de Educación en Inoma y fundadora de Básica, fue la encargada de realizar las preguntas y generar un debate en torno a cuatro ejes: las nuevas plataformas, los contenidos curriculares, los métodos de evaluación y el importante papel de la tecnología en la educación.
El Conversatorio “Los retos que tendrán nuestros estudiantes al regresar a las aulas”, contó con la participación de cerca de 400 asistentes provenientes de México, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela y Estados Unidos. De manera virtual, docentes, estudiantes y administrativos escolares, nos acompañaron durante una hora y media para escuchar el diálogo sobre las inquietudes respecto a estos temas.
A continuación, compartimos algunas reflexiones y puntos destacados tanto de nuestras ponentes como de nuestros invitados.
Los retos que enfrentarán los docentes frente al aprendizaje virtual
El tema que más preguntas generó en el conversatorio fue cómo será el regreso a clases después de la pandemia y a qué retos se enfrentarán los docentes con las nuevas plataformas. Esta situación ha evidenciado diferentes problemáticas presentes en el sistema educativo, acentuadas por la desigualdad socioeconómica. Niñas, niños y profesores se fueron a sus casas y, por medio de diferentes estrategias, principalmente la virtualidad, intentaron continuar con el proceso educativo. Sin embargo, el complicado acceso a internet y la posibilidad de contar con las computadoras o dispositivos necesarios para continuar con la educación en línea, dificultaron el proceso para todas las niñas y niños de la misma manera. En esta cuestión, la Doctora Patiño mencionó lo importantes que se han vuelto instrumentos como WhatsApp y Zoom por ser herramientas que facilitan la comunicación a distancia, y lo necesario que es capacitar a los maestros en su uso para poder sacar el máximo provecho de estos programas.
Con esto sobre la mesa, varios participantes compartieron sus inquietudes respecto al tema de hacer del internet un derecho humano; según el informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas, un 80% de la población en países desarrollados tiene acceso a la red. En cambio, el porcentaje baja hasta el 40% en los países en vías de desarrollo y tan solo un 15% está online en los países menos desarrollados. Cifras de la Unesco demuestran que 826 millones de estudiantes, que representan la mitad del total de los alumnos en el mundo, no pueden asistir a la escuela debido a la pandemia y no tienen acceso a una computadora en el hogar, mientras que el 43 % de los estudiantes alrededor del mundo (706 millones) no tienen internet. Incluso para los maestros que no poseen una buena infraestructura de tecnología en los hogares, la rápida transición al aprendizaje en línea ha sido complicada.
Por su parte, la UNICEF explica que muchos estudiantes no tienen las herramientas para asistir a las clases en línea, y es equivocado pensar que “los niños, niñas y adolescentes sean nativos digitales”, pues la idea se deriva del hecho de que usan redes sociales; sin embargo, esa es su única aproximación digital. El analfabetismo digital existe tanto en las nuevas generaciones como en las generaciones mayores; tan solo en México, el 49% de la población es analfabeta digital.
Nuevas prácticas y contenidos adaptados a las necesidades actuales
Otro punto que destacó dentro de la charla es que los estudiantes, los padres y los maestros se han dado cuenta de lo agotador que es estar en las pantallas todo el día. Durante este tiempo, las escuelas han entendido y han tenido la oportunidad de reflexionar de que esto no es sólo aprendizaje a distancia, es aprendizaje durante una pandemia, y por ello hay que considerar que la ansiedad, la incertidumbre, el miedo y el aislamiento se han vuelto más frecuentes.
“Tenemos la oportunidad de repensar la escuela, de revalorizar el papel del profesor. La escuela es también un espacio para socializar y convivir con los demás y hay que retomar urgentemente la educación socioemocional, es de las necesidades más imperativas, hay que darle un espacio visible. Estamos viviendo un proceso de duelo y deberíamos de tener herramientas para poder salir adelante, y la capacidad de conocer y manejar las emociones para producir estados de bienestar.”, mencionó la Dra. Hilda Patiño.
Para reforzar la declaración anterior de la Doctora Patiño, cabe destacar que según la UNICEF, mantener el ritual de la escuela con momentos de interacción social en los que los estudiantes están en constante contacto con sus compañeros y amigos, es psicológicamente importante durante esta crisis. Esto fue un tema que llamó la atención de los participantes, pues plantea la cuestión de si las reglas en la mayoría de las escuelas son conscientes de las necesidades sociales y emocionales básicas de los niños. Existe el riesgo de que al centrarse sólo en lo académico, las escuelas se olviden de que el bienestar socioemocional debe ser lo primero y el tema debe ser considerado como parte de los planes educativos, como se reiteró a lo largo del conversatorio.
“El proceso de adaptación fue difícil, pero nos encontramos con respuestas y métodos que son diferentes, tuvimos que aprender a utilizar nuevas herramientas, reflexionar en que la tecnología estará para siempre, y que no solo es un instrumento social. Debemos de comenzar a cuidar el aspecto socioemocional, de relaciones y vínculos, pues es de los retos más difíciles que se han tenido. Las casas se convirtieron en aulas, y hay que ayudar a los niños a adaptarse a la nueva realidad.”, aseguró la licenciada Virginia Villegas.
¿Es posible imaginar nuevos conceptos y áreas de desarrollo que necesitan los estudiantes?
Algo que podemos asegurar es que los participantes en el conversatorio, concordamos en que esta crisis es una oportunidad única para replantear la forma en cómo se educa y una de las cuestiones es tener claro para qué exactamente deben preparar los docentes a sus estudiantes en el futuro. Si desde antes del Covid-19 se sabía de la existencia de problemas estructurales en los sistemas educativos relacionados con desafíos de financiamiento, pertinencia e inclusión educativa, esta crisis nos plantea el urgente desafío de transformación hacia sistemas más resilientes y preparados.
La licenciada Villegas expuso la necesidad de replantear los programas y revisar los contenidos que se consideran necesarios para las épocas actuales, pues muchas veces lo que se enseña son conocimientos obsoletos. Plantea más bien la necesidad de adquirir un modelo más eficiente y compatible con lo que se está viviendo, en el que se deben resignificar los valores a través de lo que cada docente puede transmitir en sus clases.
Igualmente expuso que el cierre de las escuelas y la implementación de modalidades de educación en línea han puesto de manifiesto desigualdades estructurales. Todos y todas estamos pasando por una experiencia traumática que nos asusta, pero que nos une de alguna manera y que nos hace más responsables del cuidado, el autocuidado, la responsabilidad y la solidaridad.
Respecto a la participación estudiantil, la Maestra Gabriela Anzo menciona que hay que hablar, también, de la participación de las niñas y los niños en sus procesos de aprendizaje; preguntarles qué les funciona. Se siguen desarrollando currículos para la vida futura que aún no se conoce y más bien hay que trabajar para que desarrollen la adaptación a nuevas realidades y motivarlos a que participen en su propio proceso de aprendizaje. “Si queremos ciudadanos participativos tienen que desarrollar esa participación.”, puntualiza la Maestra.
La escuela en casa, un reto para padres, alumnos y docentes
Uno de los puntos mencionados por las ponentes, fue que debemos empezar a distinguir entre lo urgente y lo necesario, pues en ocasiones, resolver las urgencias nos impide pensar en lo necesario. Es cierto que en esta particular situación en la que tanto docentes como alumnos y padres de familia, se vieron en la necesidad de adoptar un sistema educativo en línea desde casa, resolver el final del curso se convirtió en lo urgente. Sin embargo, casi tres meses después, las necesidades han cambiado; ahora lo necesario en educación es reflexionar sobre lo que nos ha enseñado la situación que estamos viviendo y centrarnos en conseguir mejorar estos procesos de enseñanza y aprendizaje.
El cambio tan brusco que han tenido que vivir todas las escuelas se está llevando a cabo como mejor se ha podido en cada caso. Todos los actores están intentando poner de su parte, pero hay que reconocer que el sistema no estaba preparado, y por eso estamos cometiendo errores. Un estudiante de licenciatura nos comparte su experiencia en la que al no estar acostumbrados a interactuar por medio de estas nuevas plataformas en línea, algunos docentes retoman ciertas prácticas que solo funcionan en un aula física y no de manera virtual. Por ejemplo: resolver un examen en hoja y papel mientras el alumno es monitoreando a través de la computadora.
¿Qué debe de considerarse para la planeación curricular en el futuro?
Una consideración mencionada a lo largo de la charla, fue que los currículos deben ampliar el concepto de grados escolares fijos y aprendizajes esperados estandarizados por periodos y ciclos. Es decir, por planes personalizados de aprendizaje, donde docentes, papás y autoridades educativas cercanas decidan las mejores estrategias de acción con base en el contexto y la situación de cada escuela, hogar y estudiante. Así de grande tiene que ser el cambio.
La realidad es que a la escuela no la hacen los edificios y los escritorios, sino los niños, los docentes y la buena interacción humana (y ahora digital) entre ellos. En lugar de invertir en edificios, la inversión debería concentrarse en capacitación de los maestros para adaptarse a este nuevo tipo de escuela, con o sin pandemia.
Reflexiones sobre las principales inquietudes
Durante el conversatorio se creó un debate en torno a tres temas principales que hicieron de este encuentro interesante y aplicable a la “nueva realidad” que entre todos estamos construyendo.
Reconstruir, reimaginar, adaptar y ser flexible:
- Hay que replantear los programas y revisar los contenidos, que muchas veces, ya son conocimientos obsoletos.
- Orientar nuestra movilización para adquirir un modelo más eficiente y compatible con lo que se está viviendo. No es ético y es injusto responsabilizar a los estudiantes por no aprender las mismas cosas al mismo ritmo y evaluarlos con los mismos exámenes cuando sus entornos de aprendizaje son desiguales.
Los nuevos contenidos y la importancia de una educación socioemocional:
- Es necesario planear una evaluación diagnóstica, enfocarnos en los rezagos educativos y buscar dónde se encuentran las brechas. ¿Para qué queremos evaluar? ¿Para pasar de ciclo escolar? ¿Para el aprendizaje?
- Es importante tomar en cuenta cómo se encuentra el personal, para guiar a los docentes y que puedan tomar decisiones.
- Se necesita más flexibilidad y autonomía por parte de las escuelas para que la información fluya de abajo hacia arriba y viceversa.
- Guiar la enseñanza para formar personas más reflexivas, que aprendan a resolver por sí solas; hacer seres independientes y seguros de sus conocimientos.
El papel de la tecnología:
- Existe una necesidad muy grande de que el sector educativo haga de la conectividad un derecho humano, para así brindarles las herramientas necesarias a los alumnos y entrenar a los maestros en el uso de estos programas. Se busca que el acceso a internet sea universal.
- La desconexión física de las escuelas y de sus docentes requiere la adopción de nuevas tecnologías para mantener la continuidad de la educación y ofrecer mejores experiencias para alumnos, docentes e incluso padres de familia.
Este espacio de diálogo, hizo evidente la urgente necesidad de avanzar hacia sistemas educativos resilientes y flexibles, en el que desde su planificación se consideren las crisis como contextos ineludibles del mundo en el que vivimos.
El regreso a la “nueva normalidad”, es una oportunidad para los gobiernos, autoridades y actores educativos de enfrentar un sistema en el que converjan lo mejor de ambos mundos: el tradicional y el digital. Aprovechemos la experiencia para aprender y mejorar.
Agradecemos la participación de todos los asistentes que nos acompañaron en esta sesión virtual. Para ver la grabación del Conversatorio, haz clic AQUI.
Fuentes:
Educación en tiempos de COVID-19. (s. f.). UNICEF México. Recuperado 13 de julio de 2020, de https://www.unicef.org/mexico/educaci%C3%B3n-en-tiempos-de-covid-19
Surgen alarmantes brechas digitales en el aprendizaje a distancia. (2020, 28 abril). UNESCO. https://es.unesco.org/news/surgen-alarmantes-brechas-digitales-aprendizaje-distancia
Developing countries less equipped to use ICTs to minimise disruption caused by coronavirus. (s. f.).ITU. Recuperado 15 de julio de 2020, de https://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Pages/publications/covid19.aspx
The State of the World’s Children 2017. (2017, 11 diciembre). UNICEF. https://www.unicef.org/sowc2017/
LabTak. (2020, 1 julio). Conversatorio: Los retos que tendrán nuestros estudiantes al regresar a las aulas [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=_TW9-w4rXCI&feature=youtu.be