Una educación, el relato autobiográfico de Tara Westover, nos enseña que siempre podemos superarnos y que hacerlo a través de la educación es la mejor manera.
La educación ha transformado innumerables vidas alrededor del mundo y es clave para mejorar la calidad de vida de las personas.
Tara Westover, autora de su novela autobiográfica Una educación es ejemplo de ello.
Nacida en “algún día” de Septiembre de 1986, ni Tara, ni sus seis hermanos contaron con certificado de nacimiento, o con un registro médico, o con un historial académico. Su padre, un granjero fanático religioso y su madre, una curandera, les negaron por completo su educación escolarizada o cualquier otro contacto con la sociedad moderna por miedo paranoico al control gubernamental.
Guiada por su curiosidad e impulsada a huir del abuso de uno de sus hermanos mayores, la total indiferencia de sus padres ante tal situación y de las condiciones de trabajo infantil a menudo peligrosas a las que estaba acostumbrada, Tara decide abandonar la granja de su padre a los 16 años para buscar su propia preparación escolar y académica. Años después, por su cuenta, logró un doctorado por la Universidad de Cambridge.
La situación particular de Tara Westover no es un caso aislado en el entorno educativo mundial. A menudo, el derecho universal a la educación es casi un privilegio basado en factores económicos, geográficos culturales o familiares que no deberían condicionar el desarrollo académico.
No por nada más de 121 millones de niñas, niños y adolescentes en el mundo han tenido que abandonar la escuela o peor aún, nunca han tenido la oportunidad de acudir a una.
Sin embargo, así como resuenan los problemas particulares de la historia de Tara, también lo hace su mensaje de superación. Así como ella logró el éxito académico, historias de crecimiento de todo tipo alrededor de la educación se cuentan de alguna u otra manera en cualquier hogar de cada nación.
Más que una oportunidad de mejorar, para Tara Westover la educación significó un escape y la esperanza de poder conocer más allá de un mundo cerrado y sin oportunidades.
Una educación nos recuerda un rasgo específico de la conducta humana: Las personas tenemos la posibilidad de mejorar, de seguir aprendiendo, de cambiar nuestra situación particular si así se desea, sin importar las barreras que se presenten.
Tara por un lado, tuvo que elegir su camino rompiendo lazos de manera definitiva con la mitad de su familia, incluyendo sus padres, teniendo que soportar y sobreponerse a años de retraso académico cada vez que se encontraba en clase. Aunque lo sacrificios pueden ser muy grandes, lo importante es conocernos lo suficiente para saber qué es lo que realmente vale la pena.
El relato de Tara Westover puede parecer una historia más de superación como muchas otras, sin embargo, es un retrato del poder transformativo de la educación misma.
“La primera versión de tí no es tu única versión”, Tara declaró en algunas de sus entrevistas. En Una educación, entendemos que para encontrar la mejor versión de nosotros mismos, siempre será más fácil hacerlo dentro de la aulas.