Las niñas y niños utilizan los emojis de manera diferente a como lo hacen los adultos, pero, ¿aprenden algo con ellos?
Hay dos posturas representativas cuando se trata del uso de emojis. La primera es que su uso representa la democracia del lenguaje a través de culturas, que su significado y capacidad comunicativa es parecida a la de la música y no a la de una lengua formal; por tanto, puede superar barreras sociales y culturales.
La segunda es que los emojis representan la destrucción del lenguaje y sus reglas. Que ellos por sí solos han afectado la manera en que los humanos nos comunicamos y que de seguir así, se avecina un atraso significativo en nuestra lengua y en el cómo la entendemos y practicamos.
Sin embargo, como veremos más adelante, aprender a usar emojis, es parecido al proceso de aprendizaje que tenemos de una lengua formal y basta con observar cómo las niñas y niños pequeños los utilizan para comprender que, si bien no se tratan de una herramienta que une a todas las lenguas, tampoco son la pérdida total de la lengua. Son más bien, otra forma mediante la cual los humanos se comunican.
¿Cómo las niñas y niños usan los emojis?
En una encuesta aplicada a padres y madres por la lingüista Gretchen McCulloch, se les preguntó cómo sus hijos utilizan los emojis, cuáles son sus favoritos y la forma y frecuencia con la que los usan. Los resultados arrojaron que:
Niñas y niños en edades de tres a cinco años comúnmente antes de comenzar a leer, ya utilizan emoji.
Algunas niñas y niños tienden a organizar el cómo escriben los emoji dependiendo de su localización en el teclado (por ejemplo, el corazón verde [💚] aparece antes que el corazón azul [💙]). Pero otros combinan emoji de diferentes secciones del teclado, siendo sus favoritos los animales, los corazones y la comida.
No utilizan comúnmente aquellos que son populares entre los adultos o adolescentes, como “llorando de risa” (😂) o “rezando” (🙏), pero sí utilizan mucho más emojis de frutas o animales.
Los smileys son populares en todas las edades, pero las niñas y niños no utilizan aquellos que pueden tener un significado irónico, como “sollozando fuertemente” (😭) o “pensando” (🤔). En su lugar, prefieren algunos más simples como “enviando un beso” (😗).
Sobre todo niñas y niños menores siete años utilizan largas líneas de emoji al azar, como:
🎀🎐🧀🧀🧀🧀🌸🌸🌸🌸🥀🌻💐💐🍁🐘🐁🐘🐘🐘🐘🐁🦨🐇
Cuando llegan a una edad promedio de 10 años han dejado de lado las líneas de emoji y utilizan su lengua nativa en oraciones comprensibles. Esto tiene relevancia ya que es la edad en la que comúnmente ya saben escribir y leer de manera apropiada.
¿Qué aprenden cuando usan emoji?
El proceso mediante el cual las niñas y niños aprenden a hablar se da desde sus primeros meses de vida; incluso se piensa que nacen con predisposición a aprender una lengua de manera natural. El lingüista y filólogo Noam Chomsky llamó a esta predisposición “gramática universal”, la cual menciona que el cerebro humano tiene de manera innata un “programa” que puede construir una cantidad limitada de frases por medio de un finito número de palabras (Prieto, 2010).
Las niñas y niños, según dice, tienen la capacidad de desarrollar estos “programas” con mayor facilidad y por ende, pueden aprender idiomas de manera sencilla y rápida.
Esta facilidad es visible; a los tres años, edad en la que comienzan a utilizar emoji, ellos ya tienen la capacidad de formar frases compleja. A los cinco años, poseen un dominio de su lengua nativa que para cualquier extranjero resultaría avanzado.
Aunque a los tres años no utilizan los emojis de manera apropiada, su relación con ellos es relevante ya que las líneas de emojis al azar que utilizan (🥀🌻💐💐🍁🐘🐁), son parecidas a la forma en que comienzan a hablar, es decir, balbuceando.
El escribir líneas de emojis sin ningún sentido cumple una función importante en la forma en la que niñas y niños se comunican. Les ayuda a entender el ritmo y coherencia de las conversaciones escritas, la lectura de las mismas y el conocimiento informático necesario en la vida online, donde se utilizan símbolos en lugar de palabras.
Más importante aún es que los emojis los ayudan a comprender cómo se forma una conversación en un medio escrito.
Cuando los adultos responden a un mensaje lleno de emojis de un menor, ya sea con otro emoji o con alguna idea escrita que complemente el mensaje, están enseñando contextos de comunicación que no aparecen en otros medios. Esto debido a que están conversando con ellos de manera directa y personalizada, enseñando de manera implícita cómo escribir un mensaje coherente e incluso, para los más pequeños, a leer.
Para los detractores que mencionan que el uso de emojis puede arruinar el uso del lenguaje y por ello su uso no debería alentarse, los emojis no sustituyen la gramática de las lenguas establecidas, funcionan como una extensión de los gestos ya utilizados por las personas.
Los gestos que tienen un significado determinado mucho antes de ser emoji se llaman gestos “emblemas” como el “OK” (👌), “suerte” (🤞) o “paz” (✌). Estos ya aparecen en forma de emoji, pero también existen gestos que no tienen un significado sólido y se pueden usar para enfatizar: Una serie de 😂 exalta un enunciado gracioso y 🤔 enfatiza duda o ironía. Los emoji no sustituyen gramática, enriquecen nuestro sistema de comunicación.
Dicho esto, alentar el uso de emojis es también promover nuevas formas de comunicación escrita. En nuestros días, nos comunicamos mucho más por mensajes de texto que en cualquier otra época pasada y el negar que son importantes para la comprensión del cómo funcionan los mecanismos de comunicación existentes es negar una manera de expresar lo que pensamos y sentimos; una parte que no se le puede negar a ninguna niña o niño.
Fuentes y referencias:
McCulloch, G. (2019, enero 1). Children Are Using Emoji for Digital-Age Language Learning. Wired. https://www.wired.com/story/children-emoji-language-learning/
Gawne, L. (s. f.). Emoji aren’t ruining language: They’re a natural substitute for gesture 🔥🔥🔥. The Conversation. Recuperado 22 de enero de 2020, de http://theconversation.com/emoji-arent-ruining-language-theyre-a-natural-substitute-for-gesture-118689
Prieto, C. (2010). Cinco mil años de palabras: comentarios sobre el origen, evolución, muerte y resurrección de algunas lenguas (3ª ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.